La videovigilancia es un sistema de seguridad empleado por viviendas, comunidades de vecinos, negocios y diferentes edificios.
Los sistemas de videovigilancia CCTV (Circuito Cerrado de Televisión) son instalaciones de componentes conectados, que crean un circuito de imágenes que solo pueden verse por las personas dentro del circuito.
Los componentes necesarios para instalar este tipo de cámaras de vigilancia son:
- Cámaras de seguridad: el número y sus características dependerán de la funcionalidad que se les quiera dar.
- Videograbador: para poder ver las imágenes en directo, grabar, reproducir o ver imágenes antiguas.
- Disco duro: para almacenar las imágenes y poder visualizarlas en cualquier momento. Hay que tener en cuenta que una vez el disco duro se haya llenado, las imágenes se sobreescribirán.
- Fuente de alimentación.
- Diferentes cables que dependerán de la instalación.
- Pegatinas para informar de la existencia de un sistema de videovigilancia y cumplir la LOPD.
Los grabadores con la última tecnología permiten recoger los movimientos y notificar las incidencias que estén ocurriendo. De esta forma, el grabador de movimiento solo almacenará datos cuando las cámaras CCTV detecten movimientos. Esta tecnología permite almacenar una cantidad mucho menor de datos en el disco duro. Las notificaciones se realizan al teléfono o email y los usuarios podrán acceder de forma remota a las imágenes.
Este tipo de cámaras pueden ser utilizadas para diferentes funciones ya que pueden colocarse en el interior o en el exterior, pueden dejarse visibles u ocultarse, pueden ser estáticas o controlables de manera remota para alcanzar una mayor amplitud de visión.
Por último, hay que destacar que solo un 70% de los casos con grabaciones de cámaras CCTV han sido admitidas como pruebas en casos judiciales. Por eso es importante contar con un sistema de seguridad de calidad y con el asesoramiento de profesionales y expertos en el tema.
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